Un ente, acompañado por fantasmas o la ausencia de ellos.
Nada más que una sombra perdida entre otras.
Una imagen, un recuerdo.
Un momento fugaz.
Una línea sobre el agua y la sumatoria de todo lo anterior.
Una víctima de destino y sus sádicos juegos.
Un depredador entre inocentes.
Todo y nada, un hijo de la luna;
Un descendiente del sol.
Dividido entre mundos opuestos.
Añorando el sol matutino como si fuese una flor esperando despertar,
danzado desnudo bajo la luz de la luna; aullando para llamar su atención.
Dividido siempre, soledad eterna.
Entre dos mundos, un ente bailando con fantasmas.
Texto agregado el 08-06-2019, y leído por 93
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Lectores Opinan
09-06-2019
Se me vino a la mente la canción hijo de la luna. Qué difícil estar dividido. Lo he estado. Niccy
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