|  PertenecerAquel día en que hice tacos por primera vez, estaban todos reunidos en la casa grande.
 Vine con mis valijas, muy a pesar de Javier, que al verme llegar, con las tres, habrá pensando ¿cuando le dije yo a esta  que viviríamos juntos?
 Esa casa era un museo. Allí habían nacido y criándose los hijos de la familia Bermúdez, tres, y hacia treinta y ocho años   que todo permanecía igual. Era hora de una renovación.  Javier es el hijo pequeño de los Bermúdez, no, muy pequeño, tiene  treinta y dos  años. Adulto y responsable, trabajador y hermoso. Justo lo que yo necesito.
 De las paredes saque todo, puse mis recuerdos de viajes,  esculturas pequeñas de Venecia, New York, la  mascaras de la tragedia y la  comedia, suvenires  varios de mis viajes por el mundo. Mi más preciado tesoro, fiel testimonio que estuve en esos lugares lejanos.  Mi ambición mas cercana es, es seguir  viajando, y conocer otros lugares, otras culturas. ¡Bah! la gente no me interesa, ni los museos ni las galerías de arte, me gustan los shoppings, y poder comprar todo lo que me gusta. Traer suvenires  y mostrarlos. ¿Donde? En cualquier parte.
 Mi hermana se consiguió un sujeto que tiene unos padres multimillonarios y están  viviendo en Washington, Arlington, y lo más importante, sin trabajar.
 Saben a lo que me refiero. Los padres los mantienen a   los dos. Le alquilaron el departamento donde viven, le obsequian una cantidad de dólares   mensuales para su necesidades y salidas. , Eso si mi hermana estudia ingles, y cada seis  meses tiene que renovar su Visa de estudiante.
 Mi cuñado Luca Valente, está enamorada de mi hermana. Pero, ¿cuánto le  puede durar? Dos años más quizás.
 Y  la tonta   dice que el dinero no le interesa. Que si se acaba el amor la confianza y la armonía estaría de regreso en casa de mama. ¡¿Qué?! Le dije yo “estas completamente loca”.
 Volver a la casa materno paterna es  una  afrenta, una derrota. Mi hermana tiene sus principios.  Y además éticos.
 Mis principios son estos, como dijo Groucho  Marx, pero si no les gusta tengo estos otros.
 Están por llegar los hermanos de mi novio Javier, estoy preparando tacos, así me aceptan.
 ¡Me están saliendo riquísimos! He participado en varias reuniones familiares, y mis cuñadas  son un asco, me dan vuelta la cara, son apáticas y parece que Javier ya trajo  a muchas novias. Y las nenas o sea las sobrinas de Javier, hacen tal desparramo que después todo lo tengo  que limpiar yo.
 ¡Pero yo soy y seré la mejor!
 
 
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