Basado en hechos reales



A cuarenta y siete kilómetros al norte de la ciudad de Iquique se erige uno de los principales hitos turísticos de la región y del país; entre las áridas pampas del desierto de Tarapacá yace silente, y resistiéndose al olvido, la Oficina Salitrera Santiago Humberstone; monumento nacional y patrimonio cultural de la humanidad.
Lo que fuese un próspero pueblo minero inaugurado en 1862 procesó y facturó salitre hasta su definitivo cierre a principios de 1960.
La propiedad territorial, así como los beneficios económicos de la extracción del mineral, fueron la causa principal de los problemas que enfrentaron en un terrible conflicto bélico a Perú, Bolivia, y Chile.
En la actualidad, la oficina Humberstone, se reduce a un pueblo fantasma que se yergue terco e inerte, sobre las arenas del desierto nortino, encapsulando; entre sus vestigios el tiempo, las almas, el dolor de los pobres obreros pampinos y sus familias, todos sometidos sin piedad a una neo esclavitud instaurada por los explotadores ingleses dueños de los pueblos, y de las fabricas extractoras del preciado salitre.
Este histórico museo al aire libre ruge y llora eternamente junto al incansable viento del norte, como si fuese un huérfano sin nombre que representase todas las vidas que el nitrato chileno apagara.
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Caminamos entre un puñado de curiosos turistas alemanes y brasileños, tomándonos fotografías bajo las sombras de añejos parajes, constituidos en su mayoría por diminutas casas con pisos de madera, paredes de barro, y techos de calamina. Las frágiles aulas nacen junto a grandes galpones administrativos repletos de viejas y oxidadas máquinas manufacturadoras de salitre.
_ Siento mucha tristeza en este lugar_ Comenta Gloria mirándome con pesadumbre_ Puedo sentir como la pena y la frustración flotan sobre este enrarecido aire apretándome el pecho.
_ En estos antiguos pueblos mineros siempre hubo extensas historias de abusos desmedidos y malos tratos en contra de los trabajadores_ Acoto melancólico.
_ Aquellas casas que habitaban los obreros son muy pequeñas_ Gloria indica con su dedo índice en dirección de varias derruidas y diminutas viviendas de adobe_ Y pareciera que las familias fueron bastante numerosas. Además de la tristeza, logro percibir el desmedido hacinamiento. Estoy segura que en esas piezas no se podía ni respirar. Me daba vergüenza decírtelo, pero de verdad me desespera todo esto.
_ En aquellos tiempos las familias de los obreros sufrían vejaciones y carencias consecuencia de la ambición y la explotación indiscriminada de los suelos; de hecho muchas mujeres se vieron obligadas a prostituirse entre estas calles. También circulan ocultas historias referentes a polvorientos y harapientos niños que explotaban como obreros sin paga; niños de manos agrietadas y ensangrentadas que las autoridades de la época invisibilizaron. Mas cuando el pampino elevó su voz de protesta, cuando inocente confío su reclamo ante el gobierno, todas las huelgas que hicieron para acabar con los constantes abusos del tirano, se reprimieron con ayuda de las fuerzas armadas.
_ ¿La matanza de la escuela Santa María es ocasionada por protestas laborales?
_ Así es. Trabajadores chilenos, peruanos y bolivianos fueron masacrados en la ciudad de Iquique por exigir mejoras para dignificar la vida de sus familias_ Comento iracundo, observando el sol ocultándose en el horizonte.
Retomamos uno de los principales senderos del pueblo salitrero que sin querer nos guía hacía la plaza central de Humberstone, situada muy cerca de las construcciones de las oficinas de administración de la compañía minera.
De este lado pareciera que las largas sombras que forma el ocaso sobre las amplias edificaciones, gritaran viejas y oscuras historias de desigualdades; las calaminas sueltas y los fierros oxidados cantan junto a los agudos silbidos de aquel creciente viento que llega con el atardecer.
_ Se nota que en este sector vivían los gerifaltes_ Acota como para si misma mi compañera. Su voz está teñida de desprecio.
_ El cambio es radical_ Digo enojado_ Las estructuras de estas edificaciones son mucho más sólidas. Además las estancias son enormes comparadas con los pobres habitáculos de los obreros.
_ ¡Qué pecado tan grande es nacer pobre!
Tomados de las manos caminamos junto a la melancolía, rindiendo un tributo a la nobleza y prestancia de las almas de quienes ya no están; de quienes dieron absolutamente todo, para recibir a cambio tan poco.

_ ¡Clap... Clap!.

_ ¿Gloria, escuchaste?
_ ¿Qué cosa?

_ ¡Clap... Clap!

_ Suena como si alguien hubiese aplaudido dos veces.
_ No escucho nada; quizás sea solo el viento.
Fuertemente hago sonar las palmas de mis manos esperando una respuesta; mi compañera a un par de metros más adelante merodea acuciosa a nuestro alrededor.

_ ¡Clap... Clap!

_ ¡Allí está de nuevo!_ Le digo sorprendido y algo atemorizado.
_ Jorge, no me asustes; es solo la fuerte brisa; además me dio frío_ Replica Gloria desconcertada_ Salgamos pronto de este lugar. Aquí la tristeza y la desesperación son más intensas.
_ También me siento intranquilo. Salgamos de Humberstone y viajemos al pueblo de La Tirana que está a unos diez kilómetros más al norte_.
Recuerdo que caminaba a unos cuatro o cinco metros detrás de Gloria, buscaba ver en mi teléfono la hora, pues me preocupaba que el anochecer nos atrapara en medio del desierto; cuando mi novia con algo más de ánimo dice; "Sonríe", tomándome de improviso algunas fotografías con su móvil de última generación.
Lo que retrataría en aquellas instantáneas nos sumergiría en un océano de preguntas y miedos.

Continuará...