En un rato te digo, me dijo… y me quedé como suspendido en una especie de limbo temporal.
¿Qué es un rato? ¿Cuánto dura? ¿Cuánto tiempo estaré aquí?
¿Cuánto dura un rato? ¿lo mismo o menos que un toque… o un cacho?
No entiendo para qué los físicos se quemaron las pestañas durante decenas de siglos tratando de medir algo que llamaron tiempo y lo dividieron en segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años y más. ¿Para que venga alguien y le diga “dentro de un rato te digo”? o ¿aguantame un toque? O ¿esperame un cacho? Y al carajo con toda la ciencia.
¿Cuántos ratos tarda nuestro planeta en dar una vuelta al Sol… un rato o varios?
No me queda más remedio que esperar un rato debajo de mi olmo que me da peras sin que se las pida y pensar en eso de los ratos, los toques y los cachos.
Quizá un toque sea como un segundo, un cacho como un minuto, y un rato sea como… y no, no puede ser así, si me dijo que espere un rato y pasaron horas…