Para este poema indulgente al corazón,
descrito para ser expresado y cantado por octava ocasión,
ya he perdido el sentido de orientarme,
mi lógica y cordura,
pues no sé ni quién soy.
¿Valdrá la pena contarlo?
Me repito: la esencia no es menos importante,
es lo que soy y a eso quiero llegar,
dejo de lado mil tormentos y al instante
se convierten en mil poemas de amor.
Empecé diciendo que este poema era indulgente,
ya ni sé a qué me refería,
quizás por el tono sutil al empezar
o el reflejo de mi oscura fatalidad.
De la imaginación pasaré a la realidad
pues de mi mente ella ya no se va,
me envuelve y me desarma cada día más
sí, he perdido la cordura ya no sé en qué acabará.
¿Vale la pena contarlo?
No, prefiero que sienta mi oscuridad,
que desde lejos me deje verla brillar con naturalidad,
a lo mejor me extrañe y entonces...
Este cuento pueda por fin empezar.
***
Volví!! Gracias por sus lindos comentarios, estoy mejor. Viviendo el día a día. Triste aún por mí abuelita, pero de nada sirve lamentarse. Hay que sonreír para ellos ¿verdad?
A todos ustedes, les dejo estos versos... Disfrútenlos pero no tanto como yo.
Besotes,
Kahedi |