i n t e n t a r é
–de hoy en adelante–
no calzarme más un zapato inapropiado
no recoger un maní cuando esta lejos
ejercer la rutina de oidos sordos emulando un corazón contento
no creer tanto en el prójimo después de una sonrisa
no parpadear frente al contorneo de la belleza
ser amable y gentil con las gorditas por dejación y las no agraciadas sin culpa
contestar menos y sonreír más
y que esa sonrisa… no se note que nace desde un balcón.
I n t e n t a r é
usar menos símbolos y ser más simple
–sin ser más simplón–
que mi discurso se aparte de las esquinas con banderas
que la otra vereda no me quede demasiado lejos
para no establecer los puntos ciegos como una quimera.
I n t e n t a r é
no llenarme de intentos
ni sostener el volantín de las intenciones
instalado bajo el falso techo azul de las obsesiones
porque las caídas sin retorno tienden a cansar los anhelos
y tu hace ya tiempo que diste la espalda a mis palmas.
Y prometo...
dejar de festinar con las tonteras de mis amigos
y descolgar inmediatamente el columpio del patio.
Lo intentaré
Texto agregado el 16-05-2019, y leído por 194
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Lectores Opinan
01-07-2019
Todos los intentos son buenos, gracias por leerme.*****
Abrazo Lagunita
16-05-2019
Me encantó! Pero haceme un favor: no descuelgues el columpio!! elixir