Si te pintara el cuerpo con un broche,
En el estomago te pondria letras en rima,
Te dibujaria versos en los pechos, rondeando,
Y te derramaria puntitos exclamativos por encima!
Y si me dejaras pintarte, te pondria,
La Bienvenida de Benedetti en la cintura,
Los Amores de Barret Browning en las manos,
Y signos interrogativos en tu figura.
Y si te fuera a pintar el cuerpo entero,
Empezaria siempre por tu cara;
Te embarraria de pintura lentamente con mis labios,
Y a mordiscos suaves, con tus orejitas, yo jugara.
El color, lo escogeria Azul,
Y la textura, la mas gruesa,
Para deslizarme a ciegas por tus curvas,
Y sentir el viento helar en tus caderas.
Y seguirte rociando de liquidos,
Pincelearte en todas las direcciones,
Y en tu pie, un plumaje de cosquillas,
Hasta hacerte reir sin condiciones.
Y si no me dejas pintarte,
Pues entonces, divino:
Igual cojo mi pincel,
Cierro los ojos,
Y lo imagino.
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