Cada trozo de tu lucidez se fue apagando
ante mi mirada destrozada día a día,
tomé tu mano, besé tu frente,
fui cada uno de tus personajes,
acompañé cada una de tus aventuras,
que en cama o en tu mecedora construías,
fui lo que quisiste amor mío,
porque mereciste cada uno de mis mimos,
cuando decidiste hacer tu último viaje,
ya no pudiste llevarme,
mis maletas se quedaron listas,
y tus ojos de miel perdí de vista,
no sé dónde estás ahora,
pero gran parte de tu esencia se conserva,
en mi mente, mi corazón y mi tragedia,
debo seguir lo sé, tu recuerdo me da fuerza
pensar en tu sonrisa me alienta,
sin importar cuanto tarde,
y como siempre lo quisiste
cumpliré las que fueron nuestras metas.
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