No te escondas corazón
tras la áspera indiferencia,
ni te arrepientas de cada entrega
que persista en el recuerdo.
No reniegues de la pasión.
No deseches vida, ni sangre,
ni besos.
Despierta al amor, por amor a ti,
cada mañana.
Envuelve al viento,
con cada molécula, con cada poro,
aspira vida.
Divide en átomos la esperanza,
Suma ilusiones.
Atrapa soles, descuelga estrellas,
Ama.
Ama corazón,
convierte en almíbar lo amargo,
lo áspero en terciopelo
Ama con toda clase de amores,
ofrece amor sin retaceos
Ama, que amar es divino.
Ama que amar es siempre bueno,
Ama con la misma intensidad
lo propio, al amigo y al ajeno,
ama corazón sin tener miedo,
y enséñame a amar,
de nuevo.
María Magdalena Gabetta
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