Mi amiga María es una mujer diferente. Ella es grande de edad aunque yo la conocía cuando las hormonas te hacen cometer todo tipo de locuras. En esos años tenía un novio gringo que la quería y suplía necesidades, pero murió a los pocos años y María quedó tan sola como triste. Después de reír como que estar triste es de una tristeza más intensa. Será el contraste no sé, será María.

Mi amiga María tiene sobre peso, tiene EPOC y las várices no le permiten estar mucho tiempo en pie. Hoy vino a ayudarme a limpiar el patio y se agitó mucho. Ella no tiene manera de sustentar los gastos si no hace algo día a día para sobrevivir.

Se sentó un rato a mi lado porque transpiró excesos y el EPOC es de cuidado. Puede caer en cualquier instante si no da tiempo a recuperar su corazón. Uno entiende, o al menos lo intentas.. Mientras se recuperaba me habló de su hermana. De cómo murió invadida de cáncer en sus brazos y cómo a ella le tocó tapar los orificios bajos para que no se derramara después de muerta.
Soy ignorante en muchas cosas por lo que pregunté cómo era eso de derramarse, y ella lloró tanto que me arrepentí.

Cuando un cuerpo es invadido de cáncer, se pudre y el olor que despide es putrefacto. Los orificios bajos a los que se refería María eran las partes íntimas, por donde fluye mayormente ese desecho.

La muerte no es linda mira, la muerte nos trae recuerdos dolorosos y a ella la vida le duele igual.

RH