Cuerpos agotados,
sueños detenidos.
No hubo escuela hoy,
ni la habrá mañana,
aunque en sus anhelos,
quieren aprender.

Un cristal separa,
sueños y esperanzas.
Lejano está el mundo.
Lo quieren conocer.

Ojitos cansados,
tristes y abatidos,
en paredes grises,
buscan ilusión.

Las figuras blancas,
vuelan como hadas.
Con sonrisas tiernas,
les brindan su amor.

Entre tanta espera,
mucho sufrimiento.
El dolor se instala
en mi corazón.

Esta vida diera.
Poder aliviarles.
Poder rescatarles
de tanto dolor.

De visita hay padres,
Padres de esperanza
De regreso a casa;
regazo vacío, rota su ilusión.

Tristes niños quietos,
atados a una cama.
Blanco el delantal,
mis niños de hospital.



M.D