De tanto amarte,
empecé a encontrarte,
en el vino, en la hierba, en el pan, en las nubes.
De tanto amarte,
te inventé una noche,
entre música y palabras, tu voz y la luna.
Por amarte tanto,
apareciste un día,
silbando esa melodía...la mía.
De tanto amarte,
no dejo de verte,
en el mar, las nubes y mi guitarra.
Te escucho ahora,
te siento ahora,
te extraño ahora,
de tanto amarte. |