- El otro día escuche el relato de mi vida, otra vez, decía Juan.
Aunque Román no sabía a que se refería o de que relato hablaba. Como la vida, ellos se conocieron hace un par de meses en ASAC (Asociación de ayuda al ciego) que es una asociación cuyo objetivo es brindar la atención integral a personas ciegas o con disminución visual.
- Cual es ese relato? Le pregunto Román.
- El relato del gol de Diego a los ingleses por Víctor Hugo. Nunca lo escuchaste? Cada vez que lo escucho se me eriza la piel, me genera una sensación indescriptible donde una mezcla de alegría y emoción recorre mi interior. Además, en mi caso, siempre me lo imagino de una manera diferente, de cómo definió, de cómo fue la jugada, de cómo iba esquivando ingleses hasta definir hacia la red, de cómo sale corriendo a festejar el gol, de los hinchas en la tribuna- Decía Juan con un tono medio quebrado de la emoción.
- Pero alguna vez lo viste?-Pregunto Román con un poco de temor y pudor por esa pregunta.
- No, para que necesito verlo? Fue magnífico!!!!!!! En esa época tenía 12 años, y ya no tenia visión. Y lo loco era que cuando me lo querían describir con otras palabras o hacérmelo grafico, yo siempre elegía no escuchar o mas bien quedarme con mi imaginación y con ese relato.
- En mi caso, decía Román, la visión la perdí años después como causa de una enfermedad, por lo cual mi recuerdo de ese gol es de verlo en la tele. Tengo bien marcada en la retina, en el alma esa corrida y como va esquivando ingleses, como los apila mientras su pierna se une a la pelota. Recuerdo incluso la disposición de la cancha y hacia que sector va gritando, incluso las banderas que había colgada. Yo en ese momento tenía 16 años por lo cual mi facilidad de recuerdo, era mayor y más teniendo en cuenta lo que significo ese partido posterior a la guerra.
A Román se le erizaba la piel cada vez que hablaba de la guerra y de esos años, él había perdido un tío en la guerra de Malvinas. Es más, su voz se entrecortaba como un chico cuando se traga las palabras de tanto llorar.
- Es más, seguía Román volviendo a la charla original, recuerdo que estábamos en la casa de una tía donde ellos tenían un televisor a color. Donde nos abrazamos todos en ese gol y que mi primo Luis que tiene 2 años más que yo, le gustaba relatar el partido. En ese gol, se cayeron unas botellas de vino que estaban en la mesa de la emoción y Tito, el perro de la familia salió corriendo hacia debajo de la cama de mi tía de tanto quilombo y tantos gritos que había.
- Yo recuerdo que estaba en la casa de mis padres y con Matías mi hermano mayor, nos quedamos en el cuarto escuchando la radio. En ese momento el me acompañaba siempre y prefería escuchar la radio conmigo que ver el partido en la tele. Decía que era más emocionante, aunque yo siempre sospeche que solo era para que yo me sintiera acompañado y que yo no me sienta mal si ellos miraban el partido por televisión. En el gol, recuerdo que me iba levantando a medida que Maradona (Víctor Hugo) se iba acercando al arco, hasta que en el gol estallamos de alegría y saltamos, tanto que Matías se levanto de repente y me dio un cabezazo que hizo que sangrara la boca. Eso no me importo, ya que estábamos exultantes de alegría- Decía Juan, mientras su voz retomaba un tono de alegría y de pasión.
- Si, tenes razón, fue el mejor relato que escuche en mi vida. Después, aunque a veces escuchaba la radio, vino la época de la televisión y se perdió eso. Esos relatos ya no eran los mismos o mejor dicho, para mí ya no existían. Pero como todo, desde que tuve esta enfermedad que me afecto la vista, empecé de nuevo a escuchar los partidos por radio. Es algo único- Explicaba Román-
- Si tenes razón, también recuerdo y como no olvidarlo, el relato del gol de Palermo al Real Madrid, el segundo gol de Boca, a los 9 minutos del primer tiempo. Algo totalmente impensado pero con una alegría igual o mayor que el gol de Diego a los ingleses. Es verdad que ahí, era más grande y mi amor por Boca era mucho mayor al de la selección y ese título fue algo único. Boca campeón del mundo.- Juan explicaba.
- Si, ese fue mi primero partido que recuerdo haberlo vivido con todos mis sentidos, hacia muy poquito que había quedado ciego. Fue algo distinto y donde me amigaba conmigo y mi ceguera, fue el primer partido que disfrute de esa manera.
- Y ahora como estas? Te gusta escuchar los partidos? Alguna radio preferida? Repregunto Juan.
- Ahora es totalmente diferente, he vuelto a mi primer amor. Ahora voy a la cancha todos los domingos a ver a Boca!!!!!!!!!!!!- Respondió Román, con alegría.
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