He visto como me miras,
cuando vengo y cuando voy,
y me zarandeo orgullosa
de lo sabrosona que estoy.
Hoy te miro, tú me miras
y mañana nos veremos,
jugando con pies y manos,
en el zaguán estaremos.
Que miras y que remiras,
tu mirada me provoca,
¡Ay hombre no mires tanto,
revienta a besos mi boca!.
Me dices que yo te miro,
¡y cómo no he de mirarte!
si desde que yo te he visto,
no hago más que desearte.
A ver si ya terminamos,
con suspiros y miradas,
que estos ires y venires
me tienen alborotada.
Por eso te estoy diciendo,
no le temas al apronte,
deja ya de mirar tanto,
vayamos juntos pa’l monte
María Magdalena Gabetta
(Reedición)
Cuando subí estas coplas por primera vez, unos queridos compañeros de la página, las contestaron.
La respuesta de Joaquín (logan5) me gustó (todas me gustaron aclaro) pero él lo hizo como para agregarlo.
Para el monte me llamaste
y no he de hacerme esperar
no te vayas a asustar
cuando en la tierra te aplaste.
Cuando en la tierra te aplaste
no te sientas abatida
que serás mi consentida
por ser el gaucho que amaste.
¡Gracias Joaquín!
ULeiru otro compañero también hizo su aporte.
Pues si de mirarte se trata,
tus ojos quiero mirar.
Porque eres una mujer muy grata,
que incitas a soñar.
¡Gracias Uleiru!
Y los amigos se suman a las coplas, y ahora es Affelix quien se suma a la rueda.
Aunque dejes de mirarme
no desisto de mirarte,
aunque Joaquín se moleste
y tú me mandes al traste.
Porque al mirarte recuerdo
lo mucho que nos quisimos.
Y lo mucho que te quiero
porque sigo siendo el mismo.
¡Gracias Affelix!
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