En la senda primitiva se funde el alma
escribiendo esos sueños y añoranzas
recorriendo con tinta cada esperanza
cada surco febril que se fue andando.
Es la espera que surca lo desconocido
el temor del olvido, el dolor de no ser.
La noche que se funde con el mañana
el tiempo que se hace canción y risa,
quizás un día cuando despierte el sol
y dormida la luna, la noche calma dirá.
¡Que no todo es inquietud en la espera!
que es parte de aquel camino fraguado,
por el dominio azul… de éste planeta amado.
Autor: Alessandrini María del Rosario.
Texto agregado el 18-04-2019, y leído por 113
visitantes. (4 votos)