Caminando a la deriva nos vinimos a encontrar del norte venías, al sur yo iba caminábamos solo por caminar. De inmediato sentí tu aroma y un flechazo en el corazón pronto se embriagó mi alma de amor y mucha pasión. Nos hablamos con la mirada y mucho después con la boca yo te pregunté si estabas perdida tú te reíste como una linda loca. Yo te tomé de la mano tú me hablabas del invierno yo te dije que era escribano que me seducía cielo e infierno. Vos me contaste tus secretos que el amor anduvo esquivo y que por tu pensamiento cruzó el amor en ese momento. Mi corazón se aceleró mi rostro se sonrojó el cielo se aclaró mi boca teñiste de rojo. AUTOR: PEDRO MORENO MORA @
Texto agregado el 18-04-2019, y leído por 257 visitantes. (2 votos)