Jesús dijo que venía a poner en discordia a padres contra hijos e hijos contra padres, dijo que no llamemos padre a nadie en el mundo, sino a nuestro padre celestial. Al menos eso creo que fue lo que dijo. A mi entender, a lo largo de toda la biblia se dicen cosas que nos motivan a no trabajar. Dios da de comer a los que duermen y a los que trabajan se los quita. Bueno, debe haber una sabiduría profunda en todo eso. El caso es que me encuentro en un dilema. Yo sé que mis padres son del diablo, pero los necesito para vivir. Puedo sentir en mi corazón sus ataques espirituales, además obviamente de los insultos, las burlas, los gritos y regaños. Pero vamos, viejo, que ya tienen más de sesenta años y yo sigo en las mismas y ellos también. No será miedo de parte de ellos, porque mío no, a aceptar que ya no son jóvenes. No lo sé, a mí ya no me afecta, es decir, ya no tengo las reacciones que tenía antes ante sus injusticias. Ahora lo tomo a broma, pero parece que les molesta más. No me quedo callado, pero soy respetuoso con ellos, es decir, no uso maldiciones para contestar, simplemente trato de ser lo más elegante posible. No me rebajo al punto de gritar, insultar, todo eso, porque ya entendí que así no se gana, pero sí es un poquito complicado cuando las ofensas son constantes. Claro, todo es porque no trabajo, tengo treintaiún años y no trabajo, cuando me meto la mano para tocarme o rascarme los huevos mi padre se enoja, pero yo no lo hago con malicia. A veces ni siquiera me los estoy tocando, pero él se alucina. Pero está bien, es algo con lo que puedo vivir sin que ustedes lo sepan. El caso aquí es de que para ellos todo es pretexto para joder. Ahora viene una nueva final regia, ahora de un torneo “internacional”. Y tiene que ganar rayados, porque mi madre es rayada, pero yo soy tigre. Resulta que siempre he tenido la impresión de que los rayados representan al mal, son hijos del diablo, sabes. Constantemente golpean a los aficionados tigres, pero los medios de comunicación siempre dicen que son las dos aficiones las que están mal, y que es un reflejo de nuestra sociedad, etc. Los que son un reflejo de nuestra sociedad son los medios de comunicación. Están poseídos por el demonio, son pervertidos, son drogadictos, son crueles, invaden la privacidad, son insaciables, son testigos falsos, siembran discordia, van detrás del escándalo, qué sé yo, así que no se puede creer nada de lo que digan, sino que hay que pensar todo lo contrario. Entonces yo profetizo, si vale la expresión, que nuevamente tigres va ganar, en el estadio nuevo de rayados, pero ahora la gente de rayados no soportará la humillación, entrarán a la cancha y golpearán a los jugadores de tigres, y tal vez maten al “bomboro” Gignac. Sería una tragedia insólita en el mundo, pero creo que ni así los medios ni nadie se atrevería a decir que los rayados son los malos y los tigres los buenos. Así que se me viene un problema con este asunto futbolístico. Porque en la ciudad de Monterrey, como ninguna otra en el mundo, el futbol es no lo más importante, es lo único, y todo es tigres o rayados, el bien contra el mal, dios contra el diablo, Caín y Abel.