Él, un profesor de español, ella una aprendiz de la vida. En una conversación, él la reta a escribir en 25 minutos un texto de 200 palabras sin preposiciones... aquí el resultado
Ella intenta cumplir la meta. Sus ojos cansados no se lo permiten, se cierran, se humedecen y enrojecen, una lagrima asoma y el ardor impide el nuevo parpadeo.
Piensa lento respirando profundamente, imagina verlo distante, caminando coquetamente, acercándose.
Siente su mirada penetrante y una sonrisa escapa levente, quiere sentirlo realmente, tocar su alma lujuriosamente, relevar sus letras dándole dulces mordiscos.
Vuela, siente, incluso gime viendo la imagen marcada, perpleja, intacta.
Cruza sus piernas y aprieta fuerte, siente algo cálido, no quiere dejar ir esa sensación... sus ojos continúan aun cerrados.
Alrededor la brisa suave roza su cara, las aves posándose cerca, la luz disminuyendo su intensidad, el atardecer humedecido y el olor terroso aumentan el placer, sus sentidos estallan al éxtasis. Araña suavemente la tela que recubre su pantalón, solo falta el aroma reconfortante que sacude su lengua, un café pasionalmente delicioso!!! Se completa el cuadro mejor pintado históricamente, nombrando su majestuosa obra... "clímax".
Ahora lento despega sus pestañas, sus párpados más relajados ya no pesan. Su mirada nuevamente retoma la fuerza necesaria, alista la página donde había quedado y pensando menos cansada, sonríe. Excelente terapia!!! Ahora sí a leer.
La calificación: un maravilloso intento. Dijo él.
Por supuesto se me coló una a.
Estuvo interesante el reto. Les invito a hacerlo. |