Estados Unidos De América, la súper potencia, el sueño de todos los hombres y mujeres de los países subdesarrollados, la casa de las hamburguesas, de la libertad, de las oportunidades, y lo más triste de todo; la potencia de los asesinatos por armas de fuego.

La mañana del 22 de abril de 1999, a la misma hora que el presidente Bill Clinton dio luz verde para comenzar el mayor bombardeo de la guerra de Kosovo, dos muchachos en edad escolar, Erick Harris y Dylan Klebdod, estaban a punto de iniciar una masacre que quedaría guardada en la memoria de los habitantes del “país de la libertad”.


Los nefastos hechos se desarrollaron en la preparatoria de columbine, en un suburbio llamado Littleton, ubicado al sur de la ciudad de Denver, estado de Colorado.

Después de entrar al colegio, los dos muchachos emprendieron un tiroteo con armas semiautomáticas implantado el terror en las instalaciones y dejando como saldo 12 alumnos, una profesora muerta y un sin numero de heridos. Al final los dos muchachos se suicidaron.

Lo que más sorprendió a la ciudadanía del caso, es que los muchachos habían adquirido las armas legalmente, y las municiones las habían comprado en el K Mart local, un almacén de cadena norteamericano

Después de la masacre se encontró el diario de Harris, donde decía que tenia planeado algún día secuestrar un avión y estrellarlo contra la ciudad de Nueva York. Lo que para el pueblo americano en ese entonces era una paradoja unos años después se convirtió en el acontecimiento terrorista más nefasto de su historia.

Nicole Schileve y Amanda Lamontage, quienes veían la clase de bolos con los autores de la masacre, recuerdan que eran jóvenes muy callados, y muy dispersos. Por tanto les pareció raro que fueran los autores del acto, pues dicen que parecían personas tranquilas.

Pero este no es el único caso que se guarda en la memoria de los estadounidenses, como este existen varios incidentes que engrosan esta lista de tragedias. En Flint, Michigan, un niño de 6 años de edad halló un arma en la casa de su tío y la llevo a la escuela primaria Buell. En mitad de la clase y sin motivo alguno el joven disparo el arma y mato a su compañera Kayla Rollland, de su misma edad dejando este hecho grabado en la historia de este país como el asesinato de la niña mas joven dentro de una escuela.

Después de este incidente los medios no se hicieron esperar, pues según ellos: “esto es lo que vende en Norteamérica, además muchas cadenas de noticias vamos de tragedia en tragedia buscando una historia”.

Lo que los medios no se preocuparon en mostrar, es en que condiciones se vivía en el lugar donde se había presentado el asesinato, esta población de Flint, es una comunidad pobre con el 87% de la población debajo de la línea de pobreza, y donde el homicidio es la mayor causa de muerte.

Este incidente convulsionó el estado hasta el punto que la gente quería que juzgaran al niño como un adulto, Arthur Busch comisario del distrito dice que recibió muchas cartas pediendo que se hiciera justicia, y que se tratara de concientizar a las personas sobre el peligro de las armas. Lo más paradójico de todo es que quienes piden cuidado, muy seguramente son lo que tienen una 9 MM debajo de su almohada para protección.

A raíz de estos y otros hechos hubo reflexiones en los norteamericanos, que los llevan a la mismo pregunta: ¿ quién es el culpable?

Existen varias hipótesis sobre los culpables, algunas personas entrevistadas en las calles dicen que se debe a Marilyn Manson, cantante de Rock, otros dicen que es culpa de los videojuegos, otros que de las películas violentas, en fin existen variables que los llevan a creer quien es el responsable.

Pero las estadísticas son muy claras, en Alemania, madre del Rock Gótico hay 381 muertes por armas de fuego al año, en Francia, hay 255 muertes, y los franceses son fanáticos del cine de Hollywood, en Canadá, 165, y son adictos a los videojuegos, en Gran Bretaña, 68, y son la raíz de la cultura norteamericana, en Australia, 65, y en Japón, 39, y son ellos los responsables de fabricar los juegos violentos. Lo inexplicable es la diferencia de las estadísticas de EEUU comparada con estos países. Estados Unidos tiene un índice de 11.122 muertes por arma de fuego al año.

Durante la historia de Estados Unidos, se ha visto que siempre de una u otra manera tiene un enemigo, primero fue el comunismo y este dio pie a la guerra fría, después de que cayó el modelo buscaron nuevas amenazas para continuar con su carrera armamentística. Dentro de su historial se ve como desde siempre este país ha sido protagonista de todos los conflictos a nivel mundial: en 1953 EEUU derroca al primer ministro Iraní, e impone al Shah como dictador, hasta la invasión a Afganistán E Irak, defendiendo lo que para ellos significa una amenaza.

Pero no sólo los conflictos externos estadounidenses han repercutido en el pensamiento de su población, los norteamericanos tienen una historia interna muy violenta marcada por el miedo. Salen de Gran Bretaña, por temor a las persecuciones religiosas europeas y llegan a América, donde se ven amenazados por los indios, a quienes matan sin piedad, después viene la independencia, donde se firma la ley que permitía a los blancos portar armas, y así sucesivamente una serie de eventos violentos que han dejado huella en la historia de los estadounidenses.

Pero todo esto, no es la explicación del porque este país tiene estos altos índices de violencia, pues la historia de las otras naciones también ha sido marcada por la violencia; en Alemania se asesinan 12 millones, Japón ocupa china, masacre Francesa en Argelia, matanza Británica en India. El verdadero problema norteamericano es el miedo dentro de su sociedad de ser atacados o vulnerados.

Este miedo ha llevado a los estadounidenses a sentir una gran pasión por las armas, hasta el punto de conformar grupos como lo es el NRA(asociación nacional del rifle), donde su presidente Charles Heston sin compasión alguna se moviliza por lo que el llama “un país libre” incitando a los norteamericanos a defenderse por medio de las armas, y mostrando este acto como un deber ciudadano. Después de lo acontecido en Columbine Heston realizó una visita la ciudad de Denver para defender el derecho de portar armas sin importar el dolor que aquella masacre dejo.

Exactamente igual que en Denver, Charles Huston, presidente de la NRA, se presento en Flint poco después del accidente, sin mostrar compasión alguna por lo acontecido, y en cuanto a la muerte de Kayla se refirió: las armas no son para los niños, son para que los adultos se defiendan es por eso que nos gastamos 21millones de dólares al año, para que los niños no las toquen.


Otros grupos también ha surgido y han dejado huella en la historia de la gran potencia, tal es el caso de la milicia Michigan, quienes se hicieron famosos pues dentro de sus integrantes se encontraban, timothy Mcveigh y Terry Nichols responsables de detonar una bomba en el edificio federal de la ciudad de Oklahoma, dejando como resultado de sus actos 168 civiles muertos.

Según la milicia de Michigan, esto parece no importarles pues su mentalidad es tan firme, que creen que el hecho de mantenerse armados es una responsabilidad de todos los americanos.

No obstante las circunstancias que se viven en Estados Unidos son permisibles con este tipo de defensa, pues conseguir un arma dentro de este país es tan fácil como comprar un pantalón o una camisa, un claro ejemplo de esto es que en el estado de Michigan por el solo hecho de abrir una cuenta bancaria su acreedor tiene derecho a reclamar un arma.

Otro factor importante que determina el porque este miedo tan grande de los norteamericanos, son lo medios de comunicación. Por medio de estos se infunde un pánico diario a los integrantes de la sociedad. En contraste con su vecino país Canadá, la información difundida por los medios cumple a cabalidad su objetivo que es informar, mientras los medios estadounidenses siempre muestran posibles enemigos que muchas veces son mentira. O que simplemente no existen.

Todo esto se ve reflejado en la mentalidad de los habitantes de estas dos potencias. Los habitantes de Ontario, Canadá piensan que La sociedad norteamericana no confía ni en sus vecinos, pues ven en ellos una amenaza. Mientras ellos viven con ese miedo nosotros vivimos tranquilos, prueba de ello es que no necesitamos cerrar con seguro nuestras viviendas para sentirnos seguros.

Algunos de los habitantes entrevistados en Canadá, dicen que el odio que se tienen entre los mismos habitantes de EEUU es un factor que refleja las duras estadísticas, además las grandes herencias de racismo norteamericanas ha generado un odio entre las diferentes razas, hasta el punto de que un hombre de color blanco se puede dar por muerto si camina por South Central, en la ciudad de los Ángeles.

Al igual que en Denver y Flint hay varios incidentes parecidos que engrosan la lista de los diferentes estados. El miedo, la necesidad de protección personal y de la familia han convertido a las casas de la sociedad norteamericana, en verdaderos arsenales, es de aquí de donde se desprende tantos incidentes dentro de esta población.

Muy pocas cosas han cambiado, a pesar de tantas muertes. Los dirigentes de la NRA siguen pensando que todos los estadounidenses deberían tener un arma para defenderse, algunos negocios insisten en regalar armas como parte de la promoción para atraer clientes, pero K-Mart decidió dejar de vender municiones y el congreso estudia fórmulas para evitar que las armas lleguen a manos de los menores de edad. A lo mejor no todo está perdido.