UN DIEZ DE JUNIO Estoico en su disfraz un hombre ajado llevaba en su interior un plan sencillo, devolver la moneda que ha guardado en el fondo febril de su bolsillo. Compraba los favores de las damas que ofrecen por dinero amor espurio y entregan sus caricias en las tramas fingidas con la piel del infortunio. En un burdel de elegantes soledades dos almas que arrastraban sus calvarios cargando con sus crueles tempestades montaron el guión y el escenario. Tras las cortinas impuras del placer la más bella doncella de la noche se dejó seducir por las promesas infieles que le hiciera aquel fantoche. Una tarde de Enero enamorada la joven le juró eterno cariño a aquel simulador que con su farsa veía cristalizarse su designio. Jugó su naipe final el arlequín derribando el castillo por lo llano, la abandonó de noche y en Abril con una rosa ardiéndole en la mano. No sufras por su amor muñeca hermosa, con su impiedad desgarra lo que toca, ante tu luz los hombres estremecen, son capricho tus labios de mil bocas. Buscando amor en un corazón muerto aquella niña se asfixió en su puño y consumida al sol de los desiertos se murió de tristeza un diez de Junio.
Texto agregado el 09-04-2019, y leído por 258 visitantes. (16 votos)