¿Es el Róbalo un ave atrapada?
¿Una especie de pez carente del sentido
universal del mar y de su prole?
Inician en bancos rosa-azulinos,
avanzan como una espada plateada
aniquilando todo por doquier. El brillo,
sí, se podría considerar bello, sus formas,
dándole con esto belleza a la destrucción.
El cardumen engulle el rojo del crustáceo
ataca las lineas y el cebo del pescador,
demuestra inteligencia, desova aguas arriba,
contraviniendo a la vida que fluye:
se prepara para un destino solitario.
Pienso en palomas y en un Albatros:
Róbalos pasando de ser unos a ser el otro,
pasar de langostas a un Leviatán.
Imagina: El planeo eterno por las aguas
-llanura de lobos que no saben aullar-
el gorjeo incesante de la red de pesca.
Pienso en los vapores de una cocina,
en el ave arrancada de su interior,
su coraza tornasol iluminando la mesa.
Arriba avanzan nubes. Abajo: el mar ya no habla.