Era un mediodía de otoño donde buscaba un lugar para almorzar. La calle florida como siempre estaba arrebatada de gente, nos esquivábamos continuamente, cada uno en su mundo o en el mundo del celular. Hubo algo que hizo que mi mirada se dirigiera hacia el horizonte un poco más lenta que de costumbre y ahí fue el primer shock emocional. Toda la gente que pasaba, era gente sin fisonomía, eran caras neutras todos iguales. En algún caso podía distinguir entre un hombre y una mujer solo por la vestimenta que traían puesta.
La sorpresa, fue aun mayor, cuando yo me detuve en una vidriera con vidrio semiespejado y ahí, mi rostro se reflejo como el resto. Sin cara, sin ojos, sin sonrisa……no había facciones en la cara y lo peor que nadie se distinguía del resto. Yo no me distinguía de los demás, mi cara también era neutra. En ese momento, mezcla del nerviosismo y la sorpresa, mi corazón empieza a latir muy raudamente, como si estuviera golpeando para salir. Hacía dos días que mi médico me había dicho que tuviera cuidado, así que empecé con técnicas de respiración y de relajación. Poco a poco sentí que la sangre me volvía al cuerpo, que ya no estaba pálido, me sentía más vivo y más pensante. Intente mirarme nuevamente en la vidriera, prestando especial atención y sobre todo respirando lentamente y ahí la sorpresa me gano otra vez. Mi cara lentamente iba adquiriendo los rasgos perdidos, la comisura de los labios se fue dibujando lentamente y sentía como mis facciones iban recuperando su normalidad.
Que había pasado? Porque sucedió eso? Fueron solo dos preguntas que intente responder pero que la respuesta vino al instante siguiente.
Otra vez, pero de una manera más relajado y atento a lo que sucedía, empecé a caminar hacia el lugar de mi almuerzo. En ese momento, las caras neutras de las personas poco a poco iban adquiriendo su fisonomía, lentamente empecé a distinguir sus rasgos que iban colmando esa peatonal en hora pico. Todos se acercaban hacia mí, todos se chocaban entre sí, todas……….
Sonó el despertador, fue uno de los sueños más raros que tuve.