Cultura, sexo y rock and roll.

Cultura

¿Qué es la cultura?, muchos han de preguntarse, y muchos creerán que es el conjunto de conocimientos del mundo que nos hacen únicos a cada uno, otros más “cultos” pensarán que es saber el nombre de obras artísticas, de sinfonías, y de una cantidad de cosas que ni ellos entienden.

En una revista, un escritor contemporáneo colombiano, escribió acerca del fenómeno de globalización y cultura, y cometió el gravísimo error de hablar mal de su jefe, en este caso de la idiosincrasia de su país; no fue con el animo de hacer una crítica, sino con el de ensanchar su ego, a partir de un par de nombres rebuscados y la burla de los suyos.

En esa ocasión el escritor dijo que, como era posible que se hablara de cultura cuando no se conocía el nombre de Bach, en una población del norte colombiano, en cambio allí si era bastante reconocido el nombre de otro músico nativo de la región; bajo ese pobre argumento culpo el analfabetismo cultural de los colombianos.

La verdad me encuentro más sorprendido que desilusionado por aquel escritor, que se autoproclama, en el sentido más griego de la palabra, un sabio y culto de una sociedad en decadencia, en la que convergen ancestrales raíces africanas, europeas e indígenas; cuando en su artículo solo se puede pensare que él, es un indio.

Sexo

Sexo, que cosa más rica; lo digo con orgullo. Por estos días el tema del sexo ha perdido esa espectacularidad de años pasados, donde pollos antes de “tirar” decían: “…ni pío”; oportunas campañas, que más que atención responsable, merecían una rara risibilidad.

No obstante, lo humorística de la campaña, no impidió, que mi abuelo unos meses atrás me dijera: “…sin condón, ni pió.”

Todo esto para decir, que Colombia ha crecido con respeto al sexo, de una adolescencia morbosa a una adultez joven y abierta; es cierto que los problemas continúan, aun “niñas” son embarazadas, y descuidados mueren.

Rock and Roll

Cual es el arte que hace al espíritu libre, sino la música y en ella no es el rock and roll, el genero que desde su inicio proclamo una abierta revolución, creo que el último bastión de las revoluciones que cimentaron su pensamiento en el rompimiento de las cadenas, y en la libertad del ser.

Hoy hablo en nombre del rock and roll, de las chamarras de cuero, los vaqueros ajustados, y la firme convicción, que hoy el mundo no me va a derrotar; creo que la vanguardia trae nuevas tendencias, que la moda del todo no es mala; en lo que no creo, es en la gente que aún cree que hay mala música.

No creo que haya mala música, solo, que hay gente que no sabe apreciarla toda, hoy hablo en nombre de los contemporáneos, que desayunamos con HJCK, almorzamos con Morrison, cenamos con Villamil, y rumbeamos con Oakendfold y Díaz.

Finalmente, todo este chorrero de palabras es para decirle, a todos los “sofistas” de este país, que mientras me complico comiendo con tres tenedores en manteles de seda, con uno puedo comer un poco de todo el mundo; que Colombia, es una nación cosmopolita, donde caben todos los gustos y donde se sabe vivir, no es cuestión de ser culto es cuestión de ser feliz; alguna vez escuche en mi cabeza “uno no es lo qué vive, es cómo lo vive”.