La fugacidad del instante (el tiempo es infinitesimal)

De ella aprendí que para nosotros la mejor receta era no planear, no pensar en el futuro, solo sentir el día a día; así no se crean compromisos ni falsas expectativas, día a día, instante a instante se van construyendo las relaciones modernas, el conocimiento de un futuro cierto y apacible termina extinguiendo la llama del deseo y del amor.

El tiempo es relativo e indeterminado

El tiempo de los amantes es el mas relativo de todos, se acelera cuando están juntos y se retrasa en la espera del otro; en pleno encuentro los días se sienten como horas, las horas como minutos y los minutos como segundos; eso si los sentidos se agudizan para captar los instantes quizás en respuesta inconsciente a la paradoja temporal...para recordar los momentos, tan vívidos como sea posible.

El engranaje necesario (Las fuerzas se suman)

Tu has aprendido a escribir tus sentimientos y me has enseñado a sentir mis escritos, como un complemento virtuoso nos apoyamos desde la similitud, percibimos las cosas igualmente, nunca he visto tal engranaje en otras parejas como la veo en nosotros.

El fluir en continuo (no hay fricción)

Son conversaciones inagotables a veces fluidas, a veces interrumpidas por las circunstancias, pero nunca cansan ni fastidian, empezamos por el comienzo a veces por el final sin secuencia alguna, no hay despedidas cortas ni programación que valga...incluso bajo la promesa de no hablarnos por esta noche no somos capaces de cumplirla.