Poema
Por la línea equivocada
El cariño siempre va a estar.
También una mano y una palabra con amistad.
Estaré cerca, a la distancia de tan sólo un clic,
para tenderte mi mano, brindarte una palabra,
y si necesitas cariño ¡Mucho cariño vas a tener!
Pero el amor, ese amor tan nuestro y especial,
a medida que corre el tiempo, de a poco se va muriendo.
Esa embaucadora blanca que es más negra que carbón
¡Lo está matando, cariño, lo está matando!
Y tú callada, de la mano de un esbirro indolente y bello,
¡La vas buscando, sin darte cuenta, la vas buscando!
Y mientras, las penas que nacen de tus desdenes
que refuerzas con indiferencia vestida de fiesta,
¡Las voy ahogando, cariño, las voy ahogando!
Sí… en vino amargo, esas penas las voy ahogando.
Mientras que lo mucho que era muy nuestro,
en el viento que nos unió ahora se va volando…
¡Sí amor, en el mismo viento se va volando!
En vano fue el sacrificio del tiempo de años,
si de un soplo, lo ganado, a ella lo entregas todo
y de una aspirada, vuelves al polvo del camino infausto.
Me duele en el alma que mis palabras no las oigas,
deploro que mis ruegos se pierdan en el vacío
y mis súplicas tengan menos fuerzas que la tentación.
Lamento que mis brazos no fueran capaces de contenerte
con más calor, con más amor, con más pasión
y que mi cariño no haya impedido que trepes a esa nube blanca.
Sinceramente lo lamento, pero si miras a la vera de tu camino
verás que quien te acompaña, callado, triste...
con esperanzas, mientras viva seré yo.
Incluido en libro: Cuando las letras vuelan
©Derechos Reservados.
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