Solapadamente, recójase. Nómbrese bien para no perderse. Afirme sus pies al catre que cae. Sólo el viento traerá algo para distraerlo: observe las nubes y calle. Siéntase como en casa sin sentirse a sí mismo. No ose abandonar la calma de la ausencia de instinto disruptivo.
Texto agregado el 12-03-2019, y leído por 163 visitantes. (7 votos)