Distraer al corazón
que siempre late
al ritmo de los tercos
pensamientos,
huecos a veces,
otras ilusionados
o heridos por reflejos
del pasado.
Lograr que su latir
se olvide de sufrir,
y en el presente,
aprenda a distinguir
que en esta vida,
cada instante de amor
es lo que cuenta.
Texto agregado el 09-03-2019, y leído por 204
visitantes. (8 votos)