Con la parte interna de los dedos de su mano se dio unos golpes en la sien.
- Déjame en paz, déjame en paz. – dijo.
Al anochecer, su mente estaba domesticada.
Por fin era libre.
Texto agregado el 03-03-2019, y leído por 206
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Lectores Opinan
04-03-2019
Felicitaciones. Transmites una hermosa idea: que la "racionalidad" si bien es necesaria, no es lo más importante. Los sentimientos deben gobernar o "domesticar" a la razón (mente). Lograr transmitir esto en un micro-cuento es fascinante. 5* dfabro
04-03-2019
Ojalá fuese tan sencillo, querida Daiana. Me encantó. MujerDiosa