Aunque es verano veo al otoño rodar por mi jardín.

Golpean mi puerta cambios prometedores.

Ellos modificarán mis arraigadas costumbres.

No se si es su verdadero nombre o serán mañas adquiridas con los años.

Todo eso quedará en los rincones de esta casa.

Alguna que otra maña la sembré junto a los árboles, a las plantas.

Todos ellos han dado color, perfume a mis días.

Espero que los pajaritos no me dejen sin su bellas canciones cada amanecer.

Uno se ha desprender de las cosas antiguas para disfrutar la novedad.

Me persigue la nostalgia por lo que dejó mientras el entusiasmo me anima.

Ante mi tengo un bastidor listo para pintar un nuevo cuadro.

Tengo entre mis manos una hoja en blanco en ella podré escribir mis vivencias.

Emociona esta nueva etapa dejando lo vivido sin mirar atrás.

Acá quedan millones instantes intensos.

Lo que viene será tan espectacular como la importancia que yo le sepa dar.

Estoy prepara para la aventura de este nuevo comienzo con ansias.

“me encanta”

cada paso que de me tendrán que acompañar,

para su suerte o desgracia donde vaya vendrán conmigo,

“no tienen ningún derecho a quejarse”

¡El libro de reclamos no existe más!

CAL.COR