Un paso firme gana terrero en el desierto, no hay camino, juntos en el inmenso secreto del "sin rumbo" avanzamos.

La planta desnuda del pie descansa a su ritmo.

Paso sobre la arena; las espinas doblan en espiral sus puntas, no siento nada, avanzo...

El verde que a lo lejos me da la promesa incierta del agua me anticipa tus ojos, no somos nada.

Aún desconocidos.

Nuestros pies avanzan, el sol se detiene en el cielo, las nubes retroceden, te beso con una mirada.

Cierras los ojos y respondes mi caricia.

Con un ademán al aire dibujas la primera letra de mi nombre, el viento te responde un silbido y un orgasmo.

Avanzas, forma tu cintura un trazo perfecto una ondulación montañosa, tu cuerpo arde y el sol se levanta.

De tanto calor se me antoja beber de tu boca la vida, una y otra vez te llueves y me floreces las ideas amorosas.

Abrázame para siempre en este instante, antes que la muerte y la distancia nos maten el ahora.

Un desvanecimiento...

Siento que te pierdo entre las arenas.

Pero te gano en recuerdos, te triunfo, te preservo: ahora y en el fugaz "para siempre" de los humanos.



"Antonio Carrillo Cerda"
Nogales, Sonora
Febrero de 2019
Colección: Pepitas de oro