Melodía de hace treinta o cuarenta años
¿Porque la melodía parece que es la imagen de hace treinta años o cuarenta años? Yo sabía que esa melodía la compusieron cuando era niño, cuando era todo promesa, cuando el sueño estaba donde miraba, el sueño y lo dulce de la vida en el azul del cielo con lo blanco de las nubes. Ventosa Asunción que te quedaste para siempre dentro de mí y que sales cada vez que los duendes juguetones de la nostalgia de tus sonidos y olores asoman para llevarme de vuelta cuarenta o treinta años atrás. Tal vez nunca salí de esas paredes de dicha y juegos que venían llenas de promesas, tal vez aún vivo en los años 70. Solo es tal vez, pero me llenan de humedad los ojos, y veo que puedo ser aún muy feliz, recordando esas melodías de mis días cuando todo era nuevo y dulce. Y el azúcar de la guayaba era suficiente para vivir cien años en la Asunción de antaño, en la Asunción que no la tendrán muchos solo los que volvemos a oír esa melodía. La felicidad y la alegría no tienen tiempo ni espacio, quedan hasta que vuelvan desde donde estaban, cuarenta o treinta años atrás, y todo lo que nos rodea no importa, todo lo que se habla ya no importa, solo importa lo que llevamos dentro, lo que nos llevaremos cuando nuestros sentidos no tengan más sensaciones. Me gustaría que me sorprenda la partida a las otras asunciones que están por algún lugar, con estas preciosidades antiguas y de muy variada forma y color, las que ya forman parte de mi intangible espiritualidad citadina, las que al nacer yo asunceno eran los regalos que abriría frente a la lectura de ustedes, y una chocolatada con chipa, alegre y feliz fiesta de familia paraguaya sencilla.
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