Gran expectativa en “Bailando por un sueño” había aquella noche, luego de un año bastante alicaído en materia de rating. Las denuncias de violencia de género, las peleas de Fede Bal, las polémicas de las bailarinas y los juicios de Marcelo Polino no dieron los resultados esperados. Marcelo Tinelli estaba decidido a un golpe revolucionario, aunque en realidad la verdadera autora de la iniciativa era Marcela Feudales, “la enana”.
Tinelli gritó:
- ¡Y ahora el Baile del Queso con el gran bailarín Carlos “el Quesón” Bernal y Natalia Forchino!
La multitud ovacionó al bailarín Carlos Bernal al grito de “Vamos Carlos”, “Ole, Ole, Carlitos” y “Dale Quesón tirale un Queso a Forchino”.
El rating promediaba los 15 puntos.
Carlitos estaba vestido con un traje tipo árabe, mientras llevaba una bandeja con un gran Queso Gruyere. Y una cimitarra, una espada árabe, en su cinto.
Forchino tenía ropa de odalisca y también entró con una bandeja con un Queso, además de un puñal hindú, esos de forma curva.



Dejaron los Quesos sobre la mesa. Comenzaron a bailar al ritmo de la canción de Aladdin “Un mundo ideal”. El baile empezó a tener cada vez más toques eróticos y sexuales. El se tiró encima de ella, ella lo olió, chupó, besó y lamió los pies.
El rating se elevó a 25 puntos.
Carlitos, entonces, ahora hizo lo mismo con Natalia: empezó a chuparle, lamerle y besarle los pies. Ella agarró el Queso y se lo tiró encima a él. Luego, el hizo lo mismo con ella, le tiró el Queso. El ritmo ya no era “Un mundo ideal”, ahora una popular canción argelina, “Ya Rayah”.
El rating ya alcanzaba los 40 puntos.
Pasaron el juego de los pies y de los Quesos. Pasaron al sexo total, frente a las cámaras. Tinelli estaba eufórico. El rating minuto a minuto crecía. Carlos Bernal y Natalia tuvieron sexo delante de las cámaras, con penetración anal y vaginal. Todo.
Record Histórico de la audiencia: 55 puntos de rating.




Entonces Marcelo le dijo a la Feudales “Vamos por Todo, hay que poner en marcha el Plan Q”. Y Feudales dio la contraseña que salió al aire, para que Carlos Bernal y Natalia Forchino la escucharan. La contraseña era simplemente “Queso”.
El rating batió todos los récords: 60 puntos. Casi todo el encendido estaba ahí. Las hashtags más populares de Twitter a nivel mundial eran #BaileDelQueso #BailandoPorUnSueño #CarlosBernal #NataliaForchino #CarlitosSelaCoge #TiraleUnQueso etc etc
Natalia Forchino se acercó a Carlos, con el puñal curvo encima y simuló apuñalarlo. Entonces, como en un acto de defensa, el bailarín agarró la cimitarra que llevaba en su cinto y había dejado en una mesa…
Carlos Bernal levantó la cimitarra mientras la chica gritó:
- ¡Nooo, Carlitos nooo! ¡No me asesines! ¡Piedad! ¡Piedad! ¡Carlitoosss!
Pero no hubo piedad alguna. Carlos descargó los golpes asesinos. Y no fue uno. Fueron varios provocándole profundas heridas que desangraron a la chica. Así la asesinó. Delante de todos. En cámara. Cuando el rating explotaba y estaba en los cien puntos.
Cuando terminó de asesinarla, el bailarín agarró el Queso y lo tiró sobre su víctima.
- Queso – dijo entonces en voz alta.
Con el Queso encima del cadáver desangrado de la chica sobre el piso, Carlos Bernal y dijo en voz alta:
- ¡Queeeeesoooooooo!



120 puntos de rating. Tinelli dijo: “Excelente. El Baile del Queso fue un suceso total”. Todos creyeron que era una simulación. Nadie pensó estar presenciando un asesinato en vivo. Forchino simplemente desapareció y en poco tiempo, Tinelli se encargó de difundir que después de ese suceso de tan alto voltaje se había metido en un convento de monjas. Bailando por un Sueño recuperó su lugar de privilegio en la audiencia mientras Carlos Bernal era promocionado como el “Quesón bailarín”.
- Pronto, muy pronto, Carlos Bernal, el Quesón bailarín, nos deleitara con otra entrega de “El baile del Queso” en "Bailando por un Queso" – anunció Tinelli.
¿Quién seria la nueva compañera de baile de Carlitos?