En fausto dolor, arraigado en el sopor, fumo su último cigarro y en expirado aliento ahumado, tradujo su candor. Cada anillo en su pupila reflejaba las cadenas de una mísera extinción. Convertiría en perpetua una sonrisa de alcanfor, oscureciendo así, la palidez de la muerte que, lo guiaría hacia un obtuso callejón.
Texto agregado el 18-02-2019, y leído por 111 visitantes. (2 votos)