LA CORTESÍA

Personajes:
NARRADOR: Un cuadro parlante en la pared del internado correccional.
RELIGIOSOS, los que imponen las conductas en el reformatorio.
LOS COMELONES, un grupo de jóvenes internados.
SÓCROMES, el encargado religioso de un reformatorio para jóvenes
ESTREPSÍADES, padre de uno de los chicos
FIDO, un joven glotón.

NARRADOR: Entra un tipo encachado acompañado de un jovenzuelo ro… muy robusto al internado correccional ¡Ja! ¡Lo que nos faltaba!
SÓCROMES: _¿En qué puedo ayudar?
NARRADOR: Escucha sorete que ha hablado el jefe (sacando la cara del cuadro).
ESTREPSÍADES: Quiero internar a mi hijo en este lugar porque ha gastado todo el dinero de su futuro en comilonas
SÓCROMES: ¿Comilonas? ¡Eso suena terrible! ¿Ha robado?
ESTREPSÍADES: No, por eso lo traigo, antes de que llegue a esos extremos quiero corregirle ¡Come demasiado ya no tengo dinero para mantenerlo!
SÓCROMES: Muy bien, deme sus datos y traerá algunos documentos temprano por la mañana.
ESTREPSÍADES: ¿Y mi hijo? ¡La nevera no soportaría un asalto nocturno más!
SÓCROMES: Puede dejarlo ya y no necesita traer ropa porque acá se usa uniforme y todo está controlado. Tenemos lo necesario para su hijo. Se les enseña disciplina y ¡Como que mi nombre es Sócromes! Que su hijo abandonará las malas costumbres y será todo un hombre de bien.
ESTREPSÍADES: ¿Bajará esos kilos?
NARRADOR: Se le sirvió al chico la mitad de un pan blanco y un té de hoja santa para el bien dormir, pero Fido (nombre del hijo de Estrpsíades) no aguanta el hambre y se retuerce sobre el catre de manta ¡Ese lugar es realmente austero! ¡Ni yo que cuelgo en pared podré soportarlo! (se encoge en el cuadro y desaparece)
SÓCROMES: Levanten el penco que amaneció. El almuerzo está caliente (papas fritas con un poco de salsa)
FIDO: ¡Moriré! (Al ver que en cada plato hay cuando más diez trozos de papa a la francesa)
SÓCROMES: ¿Cómo dices?
LOS COMELONES EN CORO: ¡Morirá, morirá!
NARRADOR: ¡Oye tú Fidillo ¿Qué secreteas con los jóvenes comilones sentados a la mesa? ¿Qué les dices para que cada uno deje 2 o 3 papas en el plato?
LOS COMELONES EN CORO: ¡Sócromes, Fido comió mi cortesía! (mientras se levantan y hacen bulla)
SÓCROMES: ¿Cómo hiciste para que todos dejasen dos o tres papas en su plato? (Repite)
FIDO: ¡Fácil! (Responde)
SÓCROMES: ¡Cuéntame! (Ordena angustiado) nunca logré que los comelones por voluntad propia dejasen una pequeñísima porción de alimento.
FIDO: Utilicé su ego y vanidad. A la gente común le gusta verse así, común, hacer las mismas cosas que los demás para ser igual a todos aun cuando son distintos. Los humanos viven en cápsulas de conceptos y se integran en masa para parecerse unos a otros. Es por eso que es fácil manipularlos.
SÓCROMES: ¿Y eso qué tiene que ver con las papas? (Contesta exaltado Sócromes).
FIDO: Dije que los ignorantes se comen todo, pero que los corteses dejan un poco y que a esto se llama cortesía. Se miraron unos a otros y solo es cosa de que inicie el primero para que se desencadene esta característica de copia. Como le digo… a ellos les gusta parecerse a otros por eso abarrotan las tiendas de moda y compran aparatos carísimos para tener el mismo modelo que el de a un lado. Reniegan de su originalidad.
SÓCROMES: Espera… ¿Cortesía?
FIDO: Fue lo primero que me enseñó papá. La pequeña porción que se deja en el plato antes de retirarte del comedor. Limpiar el plato aun cuando tengas hambres es muy mal visto ¿O no? Un pequeño detalle donde un ojo crítico y mal intencionado repara.
SÓCROMES: ¿Y tú te las comes grandulón? ¿Comes la cortesía de los demás?
Fido: ¿La cortesía? ¡si! Yo no soy cortés por eso estoy aquí.

Fin.