Érase un pobre soñador... Amante del amor y las ilusiones... Cogió un puñado de sueños y los tiró al azar... Su caída despertó uno de sus sueños... Ya hombre, sexagenario y trémulo de fantasías, creo un juego...
Ella era su creación como un Dios, le puso dos hijos y en un lugar miserable... Y tal cual galán, se presentó vestido de oro y poder... Su sueño cobró vida y le hablo de amor y sueños...
Amó su ilusión por más de una vida... Más de que sirven las historias si no son para vivirlas... Y si que la vivió... Dio sus riquezas y todas sus ilusiones y ella rio al ver a un pobre soñador... Cogió todo cuanto pudo y gastó a mas no poder...
De que vale una vida sin vida... Tal cual se hizo una perra y se unió a tantos perros a mas no poder... Más el hombre de alma grande rezó al Dios de sus señores y le pidió paz y servicio... Y Dios le dio una mano de oro... La cogió dejando atrás todos sus sueños e ilusiones... Una vida le quedaba y está vez la viviría al lado de su creador... Supo que así y sólo así se vive en paz...
Texto agregado el 09-02-2019, y leído por 69
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Lectores Opinan
14-04-2019
Es curioso el tinglado sobre el que montas una linda verdad. Te felicito. peco
09-02-2019
Muchos caen en la trampa de la traición que venden su alma al diablo por dinero. elpinero
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