Salió con lúgubre semblante el descarado—
Con la intención entre las patas, con paso indeleble.
Con el alma tropezada en el cráter de su pecho.
Con los ojos acuosos reflejando cual prisma
la infidelidad de su despecho—al ver comprometida
en asmática pasión, la que era dueña de su vida
y que ahora lo hace en celda de sudor, víctima de su estupor.
Texto agregado el 09-02-2019, y leído por 76
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Lectores Opinan
09-02-2019
Es como un déjà vu. Esta escena la he visto hace dos días, Kavi. Un abrazo daiana
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