¿Cómo se descubre lo que agrada a una mujer?
Cuando veo venir a una dama, me quedo quieto. Me quedo callado. No respiro, para que no me descubra.
Mi mirada recorre: su rostro, torso y cintura, también las piernas. Me se indiscreto centinela, un concurrente, un privilegiado espectador.
De nuevo mi atisbo va por sus ojos y su sonrisa. Luego la primera medida, no me importan los noventa centímetros, pueden ser más, pueden ser menos. La segunda medida y sus ideales sesenta centímetros van ya dibujados en sus proyecciones por la imaginación, y los dibujos redondos, curvos o cilíndricos, espero, esbozan perturbadoras ancas.
Disuelto y vacilante me falta el aire, pues ella muy atenta ya sabe. Y se vuelve ella misma: una mujer. Claro que no es tonta, es una mujer.
Miro que hace esta abrasadora presencia. Que dice. Con quien habla.
Espero que busque a alguien, a un pariente, a una amiga, un compañero, un cliente, un vecino, un vendedor de baratijas que la haga lucir más. No sé si el novio la buscará, pero observo que ella va perdiendo las ganas de encontrar a alguien conocido.
Mi ojeada busca que ella se de vuelta, son mis ojos los que ordenan sus pasos, porque mi corazón ya se ha vuelto un obsecuente servidor. Da vuelta y mira mi mirada, y toda la gracia pinta la escena desalojando del salón a los adornos del lugar, en tanto que sus paredes ya no tienen techo. No queda nada más en el lugar, solo ella.
Sin ser una tesis o monografía, llego a estas conclusiones: lo que agrada a una mujer es atraer la mirada masculina, en cualquier lugar, en cualquier momento. Aunque ella sea comprometida o no, y aun teniendo filtros morales como educación, formación, alcurnia o fe en el Dios cristiano. Ser pretendida es lo que desea y es dulzura para su alma.
Las reglas para una moral universal de Kant se diluyen ante el temperamento femenino. Por otro lado, la naturalidad de la sensualidad femenina se disuelve o es vil sino conduce a lo sobrenatural, la moral cristiana la delimita así.
Lo que agrada a una mujer es sentirse anhelada. Así está hecha su antropología, su existencia, su femineidad. Una mujer.Es solo una opinión.
|