En tu regazo, el viento efímero
juega más allá de las luces.
Con olas lejanas y suaves,
Ligera y mansa, la brisa agita
la piel indolente de tu rostro.
Susurro a media voz mi envidia
y te sonríes de mi gran codicia.
No tiene clemencia el viento.
Juega bajo tus faldas y entibia
el camino que deseo emprender.
Avanza y las frutas maduran
bajo las ropas del verano.
La noche es larga, tengo tiempo.
Texto agregado el 04-02-2019, y leído por 73
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
04-02-2019
Derrama sensualidad esta poesía. Me encantó ese viento. Besitos. Magda gmmagdalena
04-02-2019
Bien, mientras el viento cálido la prepara... MujerDiosa
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