Perderse un rato
A veces me pierdo de ustedes solo un rato. Los auriculares me dejan silbando bajito, retraído en cuentos hechos canciones que me encantan. Para mí eso nunca fue evadirme, sino vivir con mis bellezas y gustos sobre lo eterno y lo divino que están dentro de mí. La búsqueda de la felicidad es un tema pendiente siempre. Espero que para todos también. Después de esta vida con tanta comunicación y afectos, dar y dar, sin guardar nada para mí. Creo que esa fue mi actitud siempre. Puede ser que uno idealice no estar solo en este viaje frenético, saber realmente donde estoy, de que estoy hecho. Quien me acompaña, quien me quiere, y quién no. También esta clase de personas van a estar siempre.
Y el lugar a donde ir, no sé, antes de que las fuerzas o las ganas falten. Que gastados mis pensamientos, recurrentes, el aburrimiento los denuncia repetidos. La última vez hablando con mi abuela me preguntaba ella cuando volves por acá. No le dije nada, la quería mucho, ella sabía por mi sonrisa cuando la veía o la escuchaba que eso era así. Y abuela se fue un día, ya se fue, se me perdió en el misterio del tiempo y lugares abandonados. Pero nunca perdí mi amor por ella, y ella me da consejos en noches muy calladas, todavía hoy. Se llevó muchas cosas de mí con ella.
Aunque se me hace larga la espera, siempre espero a todos mis afectos. No me queda otra, no tengo a donde ir. Me quedo aquí y luego emprendo de vuelta la marcha en mis recuerdos, para volver a empezar, siempre a moverme hacia algo, a batallar por algo.
Pensaba que las distancias recorridas eran para los pequeños presentes de sosiego, y ahora veo que son prácticas para este tipo de día, donde los límites se vuelven horizontes lejanos. El tiempo me da siempre la razón, que una vez partiendo es que se vuelve al mismo lugar donde uno espera siempre. En uno mismo, sentado y en calma. El hospital está bien silencioso y aséptico, con olores a detergente importado. El cirujano dijo que hay posibilidades de salir bien, sacando todo el linfoma. Les cuento lo que me diga el médico cuando despierte, ahora me pierdo de ustedes un rato.
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