Imagen lejana,
perturbadora,
de aquella costa gris... hermética.

Tu caminando delante,
cabizbaja mirando tus pisadas futuras,
yo siguiéndote atrás.... cómplice de lo que dejaremos.

Viento tenue en nuestros bordes,
en nuestras mejillas pálidas... heladas.

Tus hombros de cuerpo blanco y el mar quieto,
liso imperturbable,
tus huellas apareciendo ante mí caminar,
como un sendero profundo hacia el olvido.

Y la borrasca próxima,
en nosotros,
en lo que hicimos.

"Regrese para perderte otra vez" susurras bajo,
"regresamos para extraviarnos otra vez" respondo.

Desapareces,
tus huellas ya no están,
... desaparezco en esa costa gris inerte.