Las aves han detenido su vuelo,
en el lecho, nosotros dormimos.
Habitamos, luciendo una sonrisa,
un lugar necesario en el mundo.
Deja que abrace tu cuerpo dormido
y susurre el vocabulario de la gloria,
que está borroneada en tu costado.
La lluvia tiene tu misma apariencia
e incluye tu nombre y mi nombre.
Al fin y al cabo, nosotros somos
los únicos colegas de los pájaros.
Texto agregado el 25-01-2019, y leído por 113
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