Una no casualidad,
el movimiento exacto de planetas,
el momento preciso del encuentro,
Un cálculo milimétrico del universo.
Y tu,
rompiendo mis esquemas,
llegando tan a tiempo,
con besos como prismas.
Perfecto para mí,
latiendo entre los ritmos,
desafiando rutinas,
llegando tan así.
Si un día sin razones
huyeras de mi vida,
nada me importaría,
pues ya te conocí.
Me quedo en la alegría
que provoca tu existencia,
tu mero lenguaje de ave dispersa
que un día llegó a mí.
Si retomas tu vuelo,
revivo en el silencio,
de imaginar cada noche
tus besos para mi.
Me atrevo a soñarte,
navegando entre mi cuerpo,
acariciando recuerdos
que contigo descubrí.
Yo no te necesito,
diría que preciso tu existencia eterna,
vibrando entre mis besos
aunque no sea así. |