ICONOGRAFÍA DEL OLVIDO
Sigue ahí… ya hace tiempo que se adueñó de aquel marco que compré en una tienda de segunda mano, es un marco muy bonito, caoba creo que era, le da cierto aire de grandeza al retrato.
Ayer mientras hacía la cena no cesaba de mirarme, últimamente me persigue, no comprendo su obsesión.
Lo puse en el comedor y mientras veía la televisión notaba que sus imperturbables ojos me miraban sin cesar. No soporto su mirada, es inquisitiva, me altera.
Creo que me persigue, me sigue mirando, lo noto, hago como que no me doy cuenta pero veo de reojo que sigue observándome. Algo trama, y me preocupa, quizá esté esperando a que me duerma. Pues no va a conseguir lo que pretende, sólo es un retrato.
Ya es madrugada y sigue sin descansar, ¿por qué me mira de esta forma? Trama algo. No sé que hacer. Inmóvil, erizante, una mirada profunda que no me deja respirar, es como si me estuviese hechizando, intenta acabar conmigo al menor despiste, no lo va a conseguir.
Me he cambiado de cuarto y aunque no está aquí seguro que me está espiando, esperando, acechándome, mirándome sin que yo le vea, no puedo soportarlo.
He vuelto al comedor, no soporto la idea de que me observe sin que yo le vea. Ese maldito rostro, refleja maldad y su mirada me dice algo, no sé, pero no es bueno.
Me corroe, no puedo resistir tanta ansiedad quiere hacerme daño. Lleva horas espiándome, yo le grito y le pregunto qué es lo que quiere, y su silencio aun me preocupa más.
No hay salida, no le daré el placer de acabar conmigo.
Antes acabaré yo con mi vida, para que no se salga con la suya.
|