A la lámpara de mesa hace años que le falta el bombillo. El día que me la regalaron me hizo muy feliz. Una columna de cerámica flanqueada por tres ángeles con sus alas desplegadas. De inmediato la coloque en la mesa de noche junto al cenicero y el radio despertador. A la semana de usarla me percate que la sombra que proyecta sobre el mármol era muy similar a un diablo. Se la mostré a familiares y amigos los cuales se mostraron más maravillados que preocupados. Tuve que girarla para que su amenazante figura no se enfrentara a mi. Al apagarla me daba la impresión que aquella sombra inundaba la habitación. Le desprendi la pantalla de tela esperando difuminar aquella sombra,pero se veía más oscura. Terminé colocando un espejo sobre la superficie del mármol , problema solucionado. Días después,al alongarme para apagar una colilla observé mi rostro reflejado en el espejo , la imagen era fantasmal fruto de las luces y sombras. Tratando de conservar la cordura analicé la situación y como solucionarlo. A la mañana siguiente me desprendi de la poblada barba y me rebajé las cejas. Esa misma noche me desperté sudoroso de una pesadilla , encendí la lámpara , prendí un cigarrillo y lo fumé nervioso. Cuando me dispuse a apagar la colilla vi el reflejo de un desconocido que me observaba con ojos de pánico y mandíbula temblorosa...
Texto agregado el 14-01-2019, y leído por 65 visitantes. (3 votos)