Silencio, Silencio grito el juez ante el publicado Agitado.
-Por favor, proceda.
-Gracias señor juez.
-Es consiente, ¿De lo que hizo?
-Inclino mi mirada al piso, la miro a ella y con la voz entre cortada le digo, “Si”.
-¿El jurado tiene un veredicto?, pregunto el Juez.
Se levanta el representante y de una forma concreta confirma lo inevitable, Jhon ha sido declarado culpable.
En Puerto Rico está tipificado como delito vender órganos y mi error fue haber vendido mi riñón, una transacción en la cual no gane un solo centavo.
Han ya pasado 8 años y gracias a estudios y buena conducta hoy salgo de la prisión. Las puertas se abren, me entregan mis pertenencias y paso ese muro grande y frio. Al final del camino se puede ver el auto de mi novia, una Land Rover modelo 94, ella se baja del auto y esta exactamente como la recuerdo. Su cabello negro ondulado, su piel morena, sus ojos negros, sus aretes de flores grandes, un jean y sus lentes del sol, es supremamente hermosa.
Salgo a correr a donde ella y le doy un abrazo.
-Te amo.
-Te amo Jhon.
-¿Cómo sigues? Le pregunte.
-Mucho mejor, los primeros meses mi cuerpo rechazo el riñón pero solo fue al comienzo.
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