Tú hiciste que de mi boca muerta
brotaran flores de alegria,
por ti mis manos secas
fueron capaces de tocar la vida,
por ti de mis ojos inhertes
brotaron vertientes
de agua bendita,
por ti mi alma revivio
y ya no es mas una flor marchita.
Texto dedicado a mi hijo.
Texto agregado el 27-09-2004, y leído por 148
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