Para mi madrina, la tía Gila. (qepd)
Gila se levantó rápidamente de la cama , se dió un baño fugaz y salió con sus kilos a cuesta hacia la terminal de autobuses . La pequeña población de Álamo distaba a poco más de setenta kilómetros . Plena época de invierno con frecuentes chipi chipi que causaba en aquel camino de terracería encharcamientos que hacían el tránsito lento . seis horas de continuo zangoloteo . El frío que se colgaba de la ventisca hacía tiritar . Por la noche soñó a la cuñada que estaba en días de parir .
Meses antes había ido al cine con la cuñada y en confidencia le dijo que estaba embarazada .
¿Me regalas el niño? Mercedes sabía que ella no podía tener hijos, así que le siguió la broma .
Claro que si cuñada, siempre y cuando llegues el día que me alivie.Bien sabes que dentro de unos días nos iremos a Álamo y el niño si Dios quiere nacerá en tiempos de agua y frío.
Caía la tarde cuando arribó. De inmediato consiguió un taxi que la llevara al domicilio. Eran tiempos de parteras, y los médicos caros y escasos.
Al llegar a la vivienda, abrió con prisa la puerta y lo que vio la dejó pasmada, esperaba encontrar a la cuñada y lo que vio fue la partera en la cocina, calentando trapos y haciendo te. Recordó la promesa.
-Ya vengo por el niño Meche .
Escuchó con horror la voz de Gila y apretó instintivamente al recién nacido acercandolo a su seno. La cuñada se acercó y fue directamente al bebé, le destapó la cara.
-Será de piel blanca*, lo que no me gusta es que haya nacido tan peludo .
-No te lo vas a llevar, ¿verdad?
-Claro que sí. Trato es trato .
Se miraron, pero Gila no pudo sostener la cara de seriedad y una sonrisa se había iniciado .
–¿Pero cómo supiste que me había aliviado?
-Sólo el corazón lo sabe cuñada, solo se que tenía prisa por llegar, algo me dijo que debería estar en Álamo y ya ves, aquí estoy para acompañarte y decirte que seré su madrina, pues me lo he ganado.
* Muchos años después mi madre me decía fuiste como los zopilotes, de recien nacidos nacen gueros y cuando crecen se ponen negros. Eso sí lo peludo no se me quitó. |