Por ti.
Por tus hilos,
por las palabras que hilvanabas
como si lo fueran
y coser aunque no vieras
ni el ojal,
por tus silencios...
por tu amor torpe y lleno de hormigas,
por las lágrimas de amor
y los pasos cansados
que nunca me faltaron,
por las arrugas de tus manos
que tantas veces acaricié,
por los coscorrones y las risas,
por las cabezadas y las manzanillas,
por las mentirijillas y tu puerta,
siempre abierta,
fuera la hora que fuera;
por las comadres,
por mis abuela y tus chiquilla,
preheño, doblao... y moderna,
por querer zurcirme siempre
y los veinte duros del domingo,
por el olor a almendra de tu casa
y las tardes de primavera pelando sacas,
por cada año teniéndome en cuenta,
por cada vajilla mal lavada, quemada o rota,
por las carcajadas tras cada caída tuya,
por dejar tu perfume en mi cuarto,
por dejarte convencer...
aunque fuera casi al final,
por cada historia y cuento
a pesar que nunca fue la tuya;
por tus caricias en las fotos,
por las lágrimas de amor y morriña,
por la madrugada y los desayunos,
por los caramelos en los bolsillos,
por guardar lo importante
-literalmente-
en tu pecho,
por mostrarme que una puede
vivir casi cien años
con un agujero en él
y continuar ten(d)iendo amor;
por quedarme con tu imagen viva
y no el vestido de carne que dejaste,
porque sigues latiendo
en este corazón maltrecho,
porque sufriste por tu nombre
y por tus hijas,
porque la memoria y el amor
fueron para ti lo mismo,
por enseñarme que las palabras
son el tesoro que nadie puede
arrebatarte
aunque ya no te quede
n a d a.
Y por no haber tenido más tiempo
para conocerte
lo suficiente.
Pd. Bastidor es el soporte de madera circular, que se usa para bordar. |