Ruiseñor del corazón
No te quedes ahí mirando
Silencioso en una rama
Hacia las flores de los campos
Yo sé que tenés dos alas
Y un pico largo largo
Pero, claro, les diste poco uso
Y ya pasaron tantos años...
Tu último amanecer, quizás
Ya se esté levantando
Y con él una multitud
De pétalos perfumados
Ojalá que estas palabras
Te sacudan el árbol
Te hagan trinar ¡vamos!
Es un día de verano
...
Texto agregado el 04-01-2019, y leído por 155
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Lectores Opinan
20-08-2019
Un poema que tiene un toque nostálgico, ese ruiseñor que no se ha afanado por cumplir con sus deberes pero aún cabe la esperanza para que se plasme en lo que realmente es. Un abrazo. Gui