Tú me has faltado tantas veces. En realidad no sé como explicártelo. Te he llamado con tanta insistencia que el sol se cansó de seguir ahí arriba brillando, y decidió que era mejor dejarlo todo por perdido. Simplemente se abandonó y cayó tan profundo que el cielo se quedó negro.

Te he inventado con tanta fuerza que me cuesta creer que no existas. Te creé una cara, con tus ojos y tus labios. Te di manos de papel blanco y pequeñas uñas hechas con arena de la playa. Casi tuve la impresión más de una vez de estar acariciando tu pelo y cantándote al oído. En realidad, sigo sin entenderlo.

Ya he abierto la puerta de mi casa. Las ventanas nunca están cerradas del todo. En el techo hay un agujero por si acaso vienes volando. En la mesa está tu plato favorito y la silla con tu nombre. Todo está preparado para el día en que llegues.

Y ahora…

Ya sólo faltas tú.

- Lola M-A L -

Mayo 2004

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